martes, 28 de mayo de 2013

Barbanza

Por fin le llega el turno al Barbanza.
(Ver ruta completa )
Cuatro subidas nos esperan, a cada cual mas bonita y a cada cual mejores vistas en su cima.
La primavera se deja ver por fin y nos da el motivo que nos estaba faltando para desplazarnos a Ribeira, desde donde partirá nuestra dura ruta.
Finalmente hemos logrado reunir una buena grupera: Diego y Logan se han desplazado desde el sur para rodar, por primera vez en esta preparación de la QH, todos juntos.
Desde Coruña, Octavio, Javi, Oscar, Miguel, Turo y yo formamos la representación norteña.
En la bajada del Iroite se nos unirá Fran, un amigo de Boiro, que nos acompañará durante algunos kilómetros.
El viento norteño hace que la sensación térmica sea de fresco, a pesar del radiante sol que luce en lo alto de un cielo totalmente despejado.
Un primer grupo donde van Oscar, Javi, Turo y Octavio salen delante, mientras los demás quedamos rezagados con los últimos preparativos de las bicis.
A la salida de Ribeira nos encontramos con un amigo de Diego que nos hará de locomotora para alcanzar al grupo delantero a la salida de A Pobra.
Ya juntos rodamos camino de Boiro y en el cruce de Ponte Goians tomamos la carretera que va hacia Noia, para desviarnos al poco hacia la izquierda en dirección a la aldea de Runs, donde las primeras rampas, con un desnivel ya importante, nos anticipan lo que viene luego.
Subimos por una carretera estrecha y de marcada pendiente que atraviesa el monte hasta un desvio a derechas que comienza con un paso canadiense, que podemos decir que es el comienzo propio del puerto.
Hasta aqui hemos llegado agrupados, a excepción de Octavio que se ha quedado descolgado en las primeras rampas.






Comenzamos el ascenso manteniendo el grupo a excepción de Diego, que se va por delante con facilidad.
Voy haciendo algunas fotos de la subida al tiempo que el grupo va perdiendo su consistencia. Ahora cada uno va a su ritmo, midiendo sus fuerzas con la montaña.




Paramos en un descanso de la subida desde donde tenemos una vista espectacular sobre el comienzo de la Ria de Noia. Sólo por esta vista ya ha merecido la pena el ascenso.







Sólo falta Octavio, que viene bastante descolgado.
El ascenso termina en la entrada al EVA-10, y tras unos momentos de espera Turo, Miguel y Logan deciden ir bajando para no enfriarse, el viento pega aquí con fuerza, mientras Diego y Javi deciden ir a esperar a Octavio y a Oscar, que se ha quedado esperando. Yo me quedo en espera de que llegue Fran, a quien encontraremos en el comienzo de la bajada.

Poco mas abajo de la cantera nos encontramos a Miguel arreglando su primer pinchazo del día, luego, según me han contado, tuvo otro camino de Ribeira.
Tras una rápida y divertida bajada llegamos a Moimenta, son las 12 de la mañana, así que debemos despedir a Javi y Oscar, que quieren estar en casa antes de las 14:00 horas.
Octavio y Miguel también deciden abandonar la ruta en este punto, y Logan lo hace porque tiene que arbitrar a la tarde en Santiago.
Me cuentan que Logan y Miguel subieron A Curota (confirmad por favor si así ha sido, y enviarnos una prueba documental que haga creer a los mal pensados.... jeje)
Así pues, con sólo 38 kms. recorridos ya hemos perdido mas de la mitad de la expedición.
Diego, Fran y yo ponemos rumbo a Tállara, donde ya hace un rato que espera Turo.
Giramos a la derecha y buscamos la subida a Confurco, corta y muy bonita por medio de bosque autóctono, y en Puente Beluso volvemos a la carretera que viene de Boiro, que seguiremos hasta bien pasado Taragoña, girando hacia A Capela, donde comienza la subida al Alto de A Muralla.
Es esta una subida que tiene su parte mas pendiente en los primeros 4-5 kms. y que luego se hace mucho mas llevadera.
De nuevo Diego se va por delante ya desde las primeras rampas. Le sigue Turo a su ritmo continuo a no mucha distancia, en tanto que yo me quedo con Fran, que está todavía flojo por falta de kilómetros.
En la fuente que hay a mitad de subida reagrupamos, y Fran tal como me había dicho decide volverse para casa. Diego también decide parar aquí, pues ve que la ruta va para mucho tiempo y el domingo también piensa salir.

Al parecer también  subió A Curota de camino a Ribeira, e igual que en el caso de Logan Miguel, esperamos el documento gráfico que así lo certifique...
Así que con menos de 65 kilómetros recorridos... Turo y yo nos quedamos SOLOS... El LOBO y el CAZADOR mano a mano, con parte de la Muralla por subir, el Enxa y A Curota, ...casi nada!!!
Resignados a tener que soportarnos el resto de la jornada encaramos lo que queda de subida, todavía bastante, a buen ritmo. La pendiente ahora, salvo alguna que otra rampilla es ahora menos pronunciada.
Pasamos por el punto donde limitan los cuatro ayuntamientos (Lousame, Rois, Rianxo y Dodro), donde finalmente concluye la ascensión y nos dirigimos hacia Vilachán, donde tomaremos la carretera que une Padrón con Noia, en un casi continuo descenso, mas acusado a su paso por Vilacoba y con un final hasta Portobravo con curvas enlazadas continuamente que hacen la bajada muy divertida.
En Noia la temperatura es muy agradable. A partir de ahora el viento ya sólo nos soplará de cara en algunos tramos de ascensión del Enxa y A Curota (aquellos con orientación NE).
Al paso por la villa Turo se encuentra con unos familiares y paramos unos minutos a conversar con ellos. El trayecto hasta Porto do Son es de continuo sube y baja, bordeando la ría.
Encaramos la subida al Enxa por su vertiente mas dura,  (ver altimetria ) desviandonos hacia Laranga por una carretera que poco a poco va subiendo para, una vez atravesado el pueblo, para luego afrontar algo mas de 3 kms durísimos, con rampas que alcanzan porcentajes del 18%.
Llegamos a un cruce donde un letrero nos indica los 4,4 kms que faltan para el faro. La pendiente, sin alcanzar las cotas del tramo anterior, es por momento muy pronunciada.
Desde las primeras rampas me he ido un poco por delante de Turo, y después de esperarlo en el cruce he vuelto a irme por delante coronando en el faro unos minutos antes que el llegase.




La subida nos ha dejado tocados, tanto como para plantearnos no subir ya A Curota. Lo cierto es que el diseño de la ruta es un tanto sádico, y después de 100 kms y dos subidas importantes nos hemos metido este subidón que justifica por si mismo una salida de cualquier domingo.
Bajamos rápidamente los 6,5 kms que nos separan de Porto do Son, contemplando en momemopnto el espectacular paisaje del comienzo de la Ria de Noia, con el Monte Louro rematando el litoral del otro lado de la ensenada.
En Xuno buscamos un bar para comer algo sólido. Tras un primer intento fallido nos atienden en una suerte de hamburguesería local donde daremos cuenta, al sol de la terraza, de sendos bocatas de lomo y bacon (el mio también llevaba queso y huevo), con unas cervecitas.
Repuestas las fuerzas y el ánimo encaramos la subida A Curota por el alto de Moldes.
Subimos a buen ritmo hasta el cruce que nos llevará al último alto de la jornada. (altimetria A Curota)

Los 2 primeros kilómetros son, con mucho, los mas duros de la subida, con un 12% continuo hasta que se alcanza el mirador de A Curotiña. Desde ahí un pequeño descanso nos lleva a afrontar el último kilómetro y medio con alguna curva donde la pendiente se encabrita, y guarda para el final una curva que no acaba de llegar nunca a la cima y que deja entrar de frente un viento norteño que exprime nuestras ya mermadas fuerzas antes de alcanzar la deseada meta.
¡Lo hemos conseguido!



Disparo algunas fotos mientras espero a que llegue Turo, extasiado del paisaje que se extiende a mis pies, desbordante de alegría por haber concluido este reto, autoimpuesto, y por ello todavía mas exigente.itDisfrutamos durante un buen rato de las vistas sobre la Ria de Arosa, comentamos lo duro que ha sido la jornada y lo satisfechos que ahora nos sentimos de haber superaodo nuestro momento de debilidad, y ponemos rumbo a Ribeira donde una buena ducha y unas cervezas fresquitas nos están esperando para poner punto y final a una jornada redonda.

DOMINGO 26/MAYO
Después de lo de ayer, hoy me he comprometido a salir con los que ayer o no terminaron la ruta o no pudieron ir.
Aunque en principio teníamos la idea de acompañar al C.C.Riazor en su ruta, hemos cambiado por algo mas suave, aprovechando que Octavio quiere acumular kilómetros e irá hasta Ponteceso, nosotros le acompañaremos hasta Carballo.
Con Octavio, Javier, Oliver y Antonio, acompañados por Lois y Jose Luis del Riazor salimos a las 9:00 de Casa del Mar y vamos por Boedo hacia Arteixo, en donde Javi y Oliver deciden subir por Santa Leocadia, mientras el resto iremos por Larin.
Reagrupamos en Laracha y vamos hasta Carballo haciendo un trenecito que supera por muchos momentos los 45 kms/h.
En Carballo despedimos a Octavio y nos volvemos por la cantera hacia Celas.
Desde Laracha venimos rodando al buen ritmo que marcan Oliver y Javi, que está inmenso con su nueva bici, y después de la subida a la cantera disfrutamos de una rápida y muy divertida bajada a Celas.
A la salida del pueblo, Javi, Oliver y Antonio deciden subir hasta Castelo.
Yo ya tengo bastante por este fin de semana (he salido el viernes 92 kms, casi 150 del Barbanza y otros 91 hoy son mas que suficientes), y sigo hacia casa con Jose Luis y Lois, apretando mucho hasta Sigrás y luego de manera mucho mas relajada.

PD: Cada uno va haciendo sus deberes de cara a la QH. Algunos parecen un poco mas atrasados, pero todavia tienen tiempo de recuperar terreno, otros parecen muy adelantados, esperemos que no se "pasen de rosca" y otros miden sus esfuerzos y entrenamientos al milímetro.... la carretera pondrá, sin lugar a dudas, a cada uno en su sitio.  Esperemos que ese sitio sea la meta de Sabiñánigo dendro de algo menos de un mes.

sábado, 18 de mayo de 2013

O Xalo

Después de la salida frustrada del viernes hoy ha vuelto a tocar BTT, y aunque la mañana fué tranquila e incluso por momento pasamos algo de calor por ir bastante abrigados, alrededor de las 12:30 nos calló una tormenta que nos dejó empapados en menos de 5 minutos.

El viernes Javi, Oscar y yo salimos desde Tarrio con intención de hacer lo máximo posible de la ruta Artabra, y a buen ritmo llegamos a la Zapateira; pero un par de kilómetros después de la urbanización Valaire la mala suerte se cebó con nosotros y tuvimos que desistir con media mañana por delante.
Primero un pinchazo de Javi en su rueda delantera, que se quedó sin aire de golpe, menos mal que le pasó en un tramo de transición entre bajadas, pues le pasa un minuto antes o después en plena bajada y se nos mata.
Quiso la desgracia ser tan grande que justo ayer se dejó la cámara de repuesto en la bolsa, pero no en la de la bici, sino en la de la ropa...
Cinco minutos después, mientras lo acompañábamos hasta la urbanización donde vendrían a buscarlo, inesperadamente rompe el núcleo de mi rueda trasera, así que me quedo sin tracción... arráncalo por Dios!!! ...pero nada.
O sea, que una mañana que prometía acabó a bordo de un furgón, camino de la ducha de modo prematuro.... al menos por una vez llegamos pronto a comer!!!

Hoy sábado teníamos previsto repetir los mismos y que se nos uniese Angel.
Finalmente sólo hemos salido Javi, Turo (que apareció por sorpresa) y yo.
Un millón de gracias a Oscar por dejarme su bici, hubiese preferido que viniese él y que me prestase su Cannondale, otra vez será.
Decidimos ir hacia el Xalo siguiendo parte de la ruta de la marcha de Cambre, pero siguiendo básicamente el camino que va indicando Turo, que se acuerda del itinerario de otros años.
Los caminos nada mas salir de Cambre son espectaculares, si bien con mucho barro que los hacen muy difíciles de transitar.
Poco a poco vamos subiendo hasta llegar a Altamira, enlazando corredoiras y sin casi pisar asfalto.
Desde allí una bajada preciosa y rápida nos lleva a Vinseira, a la altura de Casa Celia.
En este punto el track indica hacia la derecha, pero Turo nos lleva en sentido contrario y vamos bordeando Celas por caminos y corredoiras hasta que salimos a la iglesia.
Encaramos de nuevo hacia el Xalo y salimos un poco mas arriba a la carretera que sube a la aldea de Ternande.
Subimos por la carretera hasta que nos desviamos a la derecha buscando la subida al Xalo. Las primeras rampas, durísimas, estan asfaltadas, pero doscientos metros mas arriba ya comienza el camino de tierra.
El itinerario no tiene duda: siempre hacia arriba. En 3 kms subiremos algo mas de 300 metros.
Después de unas primeras rampas de fuerte pendiente viene un tramo un poco mas tendido, que rematará con una rampa de unos 50 metros durísima. 
Dejamos un camino a la izquierda que bordea el monte por la vertiente del valle y seguimos subiendo para encontrarnos dos rampones que hacen que nuestras pulsaciones se disparen.
Desde aquí las vistas sobre el valle son preciosas, y al fondo ya se alcanza a ver la Ría de O Burgo.
Cuando ya parece que hemos llegado a la cima el camino todavía serpentea monte arriba e iremos alternando falsos llanos y subidas cortas pero duras hasta alcanzar la parte mas alta de nuestro ascenso, que coincidirá con las antenas de comunicaciones que hay en la parte alta del monte.
Desde aquí podemos ver el puerto exterior, A Coruña y la Ría de O Burgo, y si giramos la vista mas hacia la derecha llegamos a ver perfectamente la Ría de Betanzos. Mi GPS marca 514 metros de altitud.
Es hora de poner rumbo a casa.
La bajada es tan rápida y divertida que cuando llegas abajo tienes ganas de volver a subir para repetirla, la hemos disfrutado a lo grande, y yo, que voy con la 29 de Oscar, voy alucinado de como baja este "tractor", se come todo lo que le eches y mas, es impresionante.
No tengo palabras para definir la bajada, es de lo mejor que hay por aquí, con partes mas rápidas y otras un poco mas técnicas, pendiente mas marcada combina con tramos donde das pedales, curvas cerradas con algo de peralte por donde trazar, algún salto... de todo, y suficientemente larga para llegar abajo hasta cansado... estoy deseando volver a bajarla. Y si creéis que exagero, preguntadle a Javier!!!
Salimos a la carretera que viene de Carral por Cabrois hacia Castelo, y desde aquí ya seguiremos por carretera hasta Cambre.
Un poco antes de llegar a Tabeaio nos sorprende una tormenta.
Paramos a ponerme el chubasquero y esperamos un poco al abrigo de una marquesina hasta que parece que ya ha pasado, pero al rato de ponernos en marcha vuelve a empezar a llover, incluso mas fuerte que antes, y en cuestión de unos minutos, mientras bajamos por la carretera hacia Cambre nos empapa totalmente.
En resumen una ruta muy recomendable y que repetiremos, mas pronto que tarde si sigue así el tiempo, y en la que hemos echado de menos a los ausentes por uno u otro motivo.

Los protagonistas:
Javi sigue en su progresión espectacular, hay que ver como sube y ¡como baja!. En cuanto sepa usar la GoPro será la leche.
Turo mantiene su buen tono, a pesar de que el frio le ha vuelto a atascar un poco los bronquios y anda con la mosca detrás de la oreja preocupado por no resfriarse, pero el trabajo hecho va dando su fruto. Sus conocimientos de todo cuanto camino hay hacen de él el mejor GPS-indígena que conozco.

Sabemos, o creemos, que Antonio ha salido hoy a carretera, y ha tenido buen tiempo, espero que no le haya cogido la tormenta. Está lanzado con su nueva bici.
En el sur Diego dice que llueve a cántaros, pero mientras escribo esta entrada llegan noticias de que mañana hará una buena ruta. ¿Y los demás? ¿Que estáis haciendo?
Venga, que sólo quedan 4 semanitas.

jueves, 16 de mayo de 2013

Por O Caurel

El frio, el termómetro apenas logra alcanzar los 4ºC, y la niebla, densa por momentos, ocupan nuestra conversación al abrigo del coche a primera hora de la mañana.
A la dureza ya esperada de la ruta, se añade la incógnita del clima, de si será mejor ir frescos a costa de sufrir un poco de frio en las primeras horas, o ir mas abrigados con el incordio de tener que cargar luego con la ropa que nos sobre en las duras subidas.
En Sarria nos recibe un precioso y soleado día, si bien frio, pero sin viento, y con una luz y visibilidad que nos permitirán en el resto de día disfrutar de las maravillosas vistas que ofrecen las cumbres que iremos subiendo a lo largo de la jornada.
Finalmente la mayoría optamos por ropa fresca y alguna prenda de abrigo en modo de chaquetilla o cortavientos, amén de los manguitos y perneras en algunos casos.
Nos ponemos en marcha poco antes de las 10:00 y el primer repecho apenas si nos hace entrar en calor.
Hasta Quiroga el recorrido es muy favorable, con sólo dos pequeñas subidas tendidas y un largo tramo de descenso que atraviesa el Sil en donde el viento nos va dando de cara y nos obliga a pedalear para mantener un buen ritmo.
Poco a poco nos vamos acercando a aquellas montañas que veíamos a lo lejos al salir de Sarria, vamos penetrando por los cañones que el río ha ido horadando pacientemente en el abrupto paisaje de estas tierras.
A la entrada de Quiroga un letrero nos indica la ruta de O Caurel, todos hemos visto perfectamente la señal, y cada uno ha tenido su propio pensamiento ante ella.
En Quiroga paramos a aligerarnos de ropa, el día sigue fresco pero luce el sol y la subida es larga.
Vamos buscando una fuente que no encontramos, y encaramos la subida al alto de O Boi con las fuerzas intactas.
La subida es preciosa, la pendiente sólo es algo exigente en algunos tramos, el asfalto esta en perfectas condiciones y las vistas sobre el cañón que va quedando a nuestra derecha son simplemente espectaculares.
Vamos bordeando la montaña por una carretera que vemos serpentear en todo momento al alzar la vista, y cuando miramos atrás vemos el espectacular valle que va quedando engarzado al rio, rodeado de montaña por sus cuatro costados.
En la cumbre agrupamos y aprovechamos para comer algo.
La bajada hacia Folgoso do Caurel se hace por la misma carretera, ancha y de buen piso (lejos queda aquella carretera estrecha que yo recordaba de hace años), que permite un descenso rápido y divertido.
No encontramos fuente ni supermercado donde rellenar nuestros bidones en el pueblo, así que seguimos descenso hasta el Rio Lor, donde Octavio y yo aprovechamos un regato de agua cristalina.
Pasada la aldea de Ferreirós de Abaixo la ruta gira a la izquierda.
Nos disponemos a subir por la carretera que ya desde Folgoso veíamos recortarse en la montaña, y lo hacemos después de haber estado hace sólo un momento a esa misma altura y haber bajado por una carretera ahora si mucho mas estrecha y de piso mas irregular, colgada literalmente de la montaña sobre un precipicio considerable a nuestra izquierda y curvas a derechas escavadas en la roca.
La subida a Sobredo-Seceda es de unos 6,5 kms, y el tramo mas duro es precisamente el comienzo, que nada mas dejar la senda del río propone una rampa de un 16% que finaliza en una curva de 90º que da paso a otra rampa similar y que hace que cambiemos nuestra orientación de Este a Oeste después de pasar por el punto mas oriental de nuestra ruta.
A medida que vamos subiendo la carretera se hace mas estrecha y el piso está mas roto, en la parte mas alta algunos tramos de gravilla suelta obligan a un esfuerzo todavía mayor para mantener la tracción.
Dejamos a nuestra izquierda Sobredo, y vamos viendo en la montaña de enfrente la carretera por donde hemos descendido hace sólo unos minutos. Un par de kilómetros antes de la cumbre podemos ver al fondo Folgoso do Caurel, enclavado en un recodo del valle. El paisaje es tan bonito como dura es la ascensión.
En la cumbre disfrutamos del paisaje mientras esperamos para reagrupar.
Turo, Emilio, Arturo y Dani deciden adelantarse a Seceda para ir pidiendo algo para comer en la casa rural que hay en el pueblo, mientras Oliver y yo nos quedamos a esperar por Octavio que sube a su ritmo.
En Seceda lo único que encontramos es un grupo de moteros con la misma idea que nosotros, pero como la posada esta cerrada nos conformamos con recurrir a nuestras provisiones en la fuente de agua fresca que hay en la parte alta del pueblo.
Continuamos el descenso y al cruzar el Rio Lóuzara, tomamos dirección O Incio, para lo que debemos salvar el puerto mas duro de la jornada, A Casela, con casi 5 kms de ascensión sin descanso alguno, pendiente media de casi el 10% y rampas, muchas, de mas del 18%.
La parte inicial se hace atravesando un bosque autóctono precioso y, terminado este, se encaran una serie de curvas de herradura en las que vas viendo lo que te queda por subir y todo lo que vas dejando atrás.
Como en el resto de subidas, cada uno busca su ritmo y su sufrimiento en una ascensión que parece no tener fin, pues cuando crees que después de aquella curva terminará la subida, te encuentras con otra rampa aún mas dura si cabe que la anterior.
Oliver y Emilio coronan por delante y nos esperan tumbados al sol, protegidos de un viento norteño que viene frío.
Vamos llegando escalonadamente y todos comentamos la belleza y dureza del puerto.
Agrupados encaramos un nuevo descenso por la vertiente occidental que, por momentos, se me antoja todavía mas pendiente que la que hemos subido y antes de llegar O Incio volvemos a disgregarnos el la subida que hay antes de entrar en la localidad.
Por fin un bar abierto donde saciar nuestra sed (estrellas, por supuesto) y poder comer algo mas sólido.
Los medios bocadillos, incluso menos en algún caso, de panceta a la plancha o lomo adobado con pan de la nueva panadería abierta hace sólo ocho dias, nos supieron a gloria, y nos dieron la fuerza necesaria para completar los 22 kms que el indicador del cruce indicaba a Sarria.
Una cerveza en Sarria para comentar la gran jornada vivida y los paisajes de esta tierra tan cercana y que poco visitamos y disfrutamos pusieron fin a un día realmente recordable y digno de repetir.
De camino, la obligada parada en Guitiriz para la mítica torta de maiz de Panadería David, que hará que no parezca que llegamos tan tarde a casa....



lunes, 6 de mayo de 2013

Rodando a Melide

El cielo está totalmente despejado y el sol luce en todo su esplendor en lo alto del cielo. Pero la temperatura a primera hora de la mañana no se corresponde todavía con lo que indica el calendario.
En la salida, Oscar, Anton, Javi y Oliver esperan mi llegada. Problemas estomacales han hecho que me retrase un poco.
Nos ponemos en marcha y en la gasolinera de As Jubias nos está esperando Angel.
Antonio va por delante; ha preferido salir con casi que 1/2 hora de adelanto para ir cogiendo su propio ritmo. En la QH no va a poder...
El recorrido que había diseñado pasaba por la subida a Irixoa y luego girio hacia Montesalgueiro y de allí a Curtis.
Oscar prefiere subir directamente de Betanzos a Curtis por Oza de los Rios, ya que igual ya son suficientes quilómetros para Antón.
Por alguna razón que no se explicar, doy por hecho de que Antonio nos estará esperando en Betanzos, pero no es así, y cuando lo llamamos ya va por Paderne.
Decidimos que iré yo en su búsqueda y Antón, Oscar y Javi subirán directamente hacia Curtis.
Angel y Oliver, que no van a hacer todo el recorrido me acompañan en la subida a Irixoa y justo antes del comienzo de la subia a Montesalgueiro se desvian por la carretera que desde Aranga sale a Ois.
Comienzo los últimos 5 kms. de subida a Montesalgueiro y al poco tiempo ya alcanzo a Antonio.
Va realmente bien, contento con su nueva bici, satisfecho porque dice que "rueda", que ha subido disfrutando y que no se le ha hecho dura la subida ni nada de nada, que su bici ahora "rueda".
Coronamos Montesalgueiro y suena el móvil. El grupo de Javi acaba de llegar a Curtis.
Decidimos que vengan hacia nosotros y luego ya vamos todos juntos.
Pasado Queimada nos encontramos.
En Curtis paramos en la fuente a llenar los bidones. Antón parece cansado. Yo voy comiendo algunas galletas para ir recuperando todo lo perdido esta mañana despues de tener que ir hasta tres veces casi seguidas al baño.
A partir de ahora el camino será muy rompepiernas, casi siempre con algo de pendiente a favor, pero trufado con infinidad de subidas, algunas mas cortas y otras no tanto que nos iran desgastando.
Antón se pone a mi rueda y en el terreno favorable ahorra una energía que le hará falta para llegar a Pidre.
En las bajadas nos vamos del resto del grupo con facilidad, ya que no entran a la rueda en un primer momento y luego ya no es facil.
Este esfuerzo por entrar mas tarde le pasa factura a Javi, que primero se queda a esperar a Oscar y luego quiere enganchar la rueda que se va. Esfuerzos contínuos que unidos a que quizá vaya muy abrigado le pasan factura y sufre un bajón.
Paramos para reagrupar a 4 kms de Melide, pero cuando reiniciamos la marcha Antón comprueba que va pinchado.
Arreglado el pinchazo y aligerados de ropa ahora que el sol ya calienta un poco, encaramos la bajada hacia Melide.
De nuevo Anton se suelda a mi rueda trasera, pero no así los demás y llegamos a Melide con mas de 2 minutos de ventaja. Antón disfruta de la bajada a rebufo al tiempo que se acerca a la meta y ahorra algo de "combustible".
Pasado Melide pronto nos desviamos a la derecha abandonando la N-547 y tomamos una carretera local de piso rugoso y pestoso con continuos toboganes de sube y baja y un sinfín de cruces por unos valles preciosos. 
En cada cruce comprobamos que vamos por el camino correcto, y cuando nos asaltan las dudas llamamos al restaurante para que nos indiquen si vamos bien o no.
Las subidas son duras, aunque cortas, y cuando lo que toca es bajar lo hacemos con la terrible duda de si al llegar abajo tendremos que volver a subir.... el cansancio a estas alturas tampoco ayuda.
En un alto llegamos a un cruce y tomamos un camino que queremos creer que es el que nos lleva a la meta, pero 1 km después el camino termina en medio del campo... por aquí no es.
De vuelta al cruce nos encontramos con un paisano con un todoterreno que nos indica que ya estamos cerca, pero que tendremos que subir "unha costiña"... alguno mira para el remolque del coche pensando lo bien que irian ahí las bicis y nosotros sentados comodamente... pero seguimos, que ya queda poco.
Cuando ya estamos llegando aparecen las familias en los coches... sincronización perfecta! nadie tendrá que esperar por nadie.
Después del último cruce todavia falta algo mas de 1 km por una carretera muy rota, pero al menos es cuesta abajo.
Cuando llegamos ya nos están esperando, pero no nos apremian y todavía tendremos tiempo de darnos un chapuzón en las muy fresquitas aguas de la piscina y luego una ducha reparadora.
Sentados ya a la mesa, disfrutamos unas viandas exquisitas, mención especial al pan y a la carne, un buen vino y postres; y, después de una agradable y larga sobremesa todavía tuvimos tiempo de disfrutar de una tarde soledada al borde de la piscina mientras los niños se daban su también merecido chapuzón.
Como diria Antonio:  ¡rodado!

jueves, 2 de mayo de 2013

Zapateados

El día amanece frío y ha estado lloviendo toda la noche.
El plan inicial era salir a la carretera, pero viendo que las condiciones son bastante malas decidimos tirarnos al monte otro día mas.
Finalmente seremos Oscar, Javi y yo los únicos que trabajaremos en este dia.
A las 9:15 salimos de Tarrio, Javi ya viene en su bici desde Cambre, tiene que ir recuperando la preparación perdida.
Ponemos rumbo a la Zapateira subiendo por el Monte San Miguel, que ya sirve para empezar a entrar en calor.
En el río donde Oliver nos había hecho una demostración irrepetible de vadeo on-ride, nos encontramos unos moteros peleando desesperadamente por sacar una de sus motos del lodo y decidimos ayudarles. De no haber sido así aún estarían intentando sacarla de alli.
Encaramos la bajada de la Zapateira hacia la zona de Feans por unos senderos estrechos y muy pronunciados que nos obligan a ir muy atentos a no salirnos del trazado.
En un cruce freno para decidir por donde seguir, y al soltar el freno no percibo que me habia quedado bloqueado por un leño que hace que la rueda de delante se frene y salgo despedido por las orejas dándome un buen golpe. Luego en casa comprobaría que tengo un buen agujero en el codo derecho, la chaquetilla rota y distintas magulladuras por el resto del cuerpo. Una caida estúpida, sin duda de las peores, las que no cuentas con ellas y te pillan totalmente desprevenido.
En el siguiente tramo el que da con sus huesos en el suelo es Javi.
La típica rama que se cruza en su camino le hacen caer como a cámara lenta. No le pasa nada, afortunadamente, y nos hechamos unas buenas risas porque Oscar y yo lo hemos visto en primera linea.
Ya casi al final del descenso, en una zona bastante complicada, Javi, que ahora viene por atrás, vuelve a probar la dureza del suelo al perder el control de la bici. En esta ocasión si se hace algo de daño, aunque podrá seguir sin ningún problema.
A pesar de las caidas, la bajada nos ha encantado, y nos queda ganas de repetirla, lástima de que para bajar primero haya que subir...
Encaramos la subida de nuevo al alto de la Zapateira por una especie de cortafuegos que se hace muy larga y dura, con unas pendientes muy acusadas.
Ya arriba Javi se da cuenta de que se la caido el teléfono, y decidimos volver a la bajada en la que se había caido. Nuestros deseos de hace un rato se hacen realidad, es curioso.
Ahora que conocemos la bajada la hacemos mas rápido, pero también mas seguros del camino, hasta que llegamos al punto de la primera caida. Alli encontramos el teléfono y las monedas que Javi llevaba en el bolsillo del maillot. ¡Hemos tenido suerte!
Ya no seguimos haciendo el resto de la bajada y vamos buscando la subida por otro sitio distinto al de antes.
Llegamos hasta la parte de abajo de la urbanización Valaire y giramos hacia el Club de Golf/Siglo XXI.
Después de alguna que otra rampa dura tomamos el camino que bordea el Club de Golf y nos dirigimos hacia la zona de Orro.
Realizamos varios bucles por la zona que tantas veces hemos rodado y en la bajada hacia Tarrio, Oscar., que ya había caido una vez al resbalar en una piedra mientras subia una trialera, y una segunda vez al engancharse con el manillar en un pequeño eucalipto al borde del camino (en esta ocasión demostró unos buenos reflejos y saltó de la bici por el manillar), se dió un buen golpe en la parte final de la misma.
Tampoco pasó a mayores, pero como nos había pasado antes a Javi y a mí, necesitó de un par de minutos para asentar la adrenalina.
Giramos hacia San Cosme con la idea de acompañar a Javi hasta la carretera que va de Tarrio a Sigrás, ya que se iba en su bici hasta Cambre, y, en mi afán de explorar nuevos caminos, nos vimos en medio de una selva autóctona donde se intuia un camino por el que parecian haber pasado con caballos, con alguna zona donde no se podia ir en la bici y otras en las que habia que ir apartando ramas, tojos y silvas.... y sin darnos cuenta volvimos al lugar desde el que nos habíamos desviado del buen camino. Una buena ocasión para que mis acompañantes pusieran en duda mis conocidas dotes de orientación y dominio indígena de la zona, y una forma divertida, al tiempo, de poner fin a una mañana espléndida de BTT, en la cual no echamos de menos en ningún momento la carretera.